Recibir rápido, procesar rápido y entregar
Parece simple. Pero se ha transformado casi en el mantra de la industria en los últimos años.
Para llegar a ello hemos tenido un proceso de aprendizaje largo. Como personas. Como negocio. Y de ahí cómo integrar la tecnología en todo este proceso y poder, a partir de ella, optimizar los procesos para volverlos mucho más eficientes.
Recibir rápido, procesar rápido y entregar es la mejor definición del proceso de mejora constante en el que nos encontramos.
Es la conjunción de todos nuestros esfuerzos para que cada paso definido se ejecute con precisión para ofrecer un servicio de calidad extraordinaria.
Con la directriz del cliente, entendiendo y analizando sus necesidades para transformarlas luego en procedimientos técnicos que con ayuda de la tecnología, damos visibilidad completa a la operación.
Para que a cada duda, siempre exista una respuesta casi inmediata. Que a cada nuevo requerimiento urgente de despacho, estemos en la capacidad de reaccionar en el menor tiempo posible.
Nuestros aliados logísticos estratégicos juegan un rol fundamental para esa respuesta. Saber que cuentas con líneas directas a navieras o DHL para coordinar despachos le permite a nuestros clientes respirar tranquilos. Aquí todos trabajamos coordinadamente para poder ofrecer esa respuesta eficiente a las necesidades.
Y no nos quedamos en eso. Siempre estamos buscando la forma de mejorar. De ver las mejores prácticas para integrar ese conocimiento a los procesos y volverlos más eficientes para que impacten la operación de los clientes.
Toda nuestra organización está dispuesta a generar valor, eficiencia y confianza a su operación.
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